5 minutos de tranquilidad
El domingo fui a un círculo de palabra con Teresa de Jesús y Jesús Hidalgo, por invitación de un gran hermano.
Mi intención fue: estar abierto y receptivo para poner atención.
¿Atención a qué?
A las señales y mensajes escondidos en la palabra del otro.
Esa persona que no sé quién es y no conozco la historia de su vida, pero ahora coincidimos en ese momento y en este lugar. Quiero escucharla con atención plena, observando mi postura, mi respiración y mi disposición. Sin quejarme, sin enjuiciar, sin intolerancia a la diferencia.
Vivir la vida con ojos de escribirla me ha enseñado a caminar abierto para reconocer al maestro que, en su palabra, encuentro y recibo la pieza que completa mi rompecabezas.
Y así recibí una nueva pieza.
— “Ser fiel a tu palabra es hacerte dueño y responsable de ella”, dijo Jesús Hidalgo.
Dueño y responsable en la palabra interna y la externa.
Las palabras que forman nuestra conversación interna nos engrandecen o nos enferman. Podemos ser nuestro mejor aliado o ser un dictador interno.
Creamos una historia en la que somos el comandante del navío navegando hacia su propósito superior en el mar de su evolución, o la víctima asustada de descubrirse, encadenada a la experiencia de una cárcel que ella misma construyó.
Hacerse dueño y responsable es más que asumir las consecuencias, porque la palabra marca un camino a tomar.
Podemos aferrarnos a las vías del sufrimiento o volar en las alas de la libertad, y en ese camino crear y recrear nuestra historia.
La palabra significa.
La palabra crea.
La palabra transforma.
La palabra libera.
¿Cuál es el poder de la palabra?
En aquel viaje amazónico, inmerso en la vida de la selva, Don José Campos nos dijo:
— “Cuando la palabra tiene intención y es bien dirigida, es como una flecha”.
El problema es usar el arco para lanzar flechas envenenadas de juicios y quejas, contra los demás y contra nosotros mismos. Basta con poner atención y observar cómo nuestra mente se fortalece o se enferma, dependiendo de lo que nos decimos a nosotros mismos.
La palabra construye los cimientos y los significados de nuestro mundo interno.
Su fuerza nos permite elegir y transformar un hecho en algo catastrófico o en la oportunidad que hemos esperado.
Hay palabras que cargan una vibración que puede modificar nuestra fisiología si tienen valor para nosotros. No se trata de repetir un mantra cientos de veces al día para transformar nuestra mentalidad. Si lo que dices no tiene valor para ti, la palabra no tiene intención, y sin intención, no tiene fuerza.
Se trata de creer en lo que dices. De comprometerte con acciones deliberadas para construir el mundo interno en el que quieres vivir.
¿Cómo me hago dueño y responsable?
Siendo una persona que hace lo que dice que va a hacer.
¿Cómo?
Todas las mañanas, anota en tu celular o libreta: ¿Qué es lo más importante que tengo que hacer hoy?
Hazlo.
No hay truco ni magia. Así de sencillo. Es adueñarte. Es responsabilidad.
No importa si es subir por las escaleras, marcarle a tus papás o hacer una presentación a un cliente. Lo importante es que lo hagas.
Asegúrate de que, antes de dormir, hiciste lo que dijiste que ibas a hacer.
Hazlo porque el mensaje subconsciente que te envías a ti mismo es mentalmente poderoso. Cuando llega el final del mes y, en tu libreta, ves 27/30, visualmente confirmas que eres una persona que hace lo que dice que va a hacer.
Y eso es lo único que necesitas para destacar del 95 % de la población.
Empiezas con pequeñas reps y, poco a poco, subes el nivel.
De repente no te das cuenta, pero por hacerte dueño y responsable de tu palabra, tienes un autoconcepto inquebrantable.
Ya no importa qué suceda en tu realidad: sucede para ti. Observas la situación y, con tu diálogo interno, le das el significado que tú quieres para construir el siguiente escalón en tu evolución.
Viene una crisis y te conviertes en el búfalo ante la tormenta. Te entusiasma lo que vas a aprender y crecer en ella.
Recibes un feedback duro, lo procesas navegándolo en el mar de la evolución.
Se muere un familiar y aprendes a morir diciendo lo que importa.
Transformamos nuestra realidad en el momento en que decidimos ser fieles a nuestra palabra comprometiéndonos con ella.
No necesitas millones, un jefe más barco o una mejor familia para transformar tu vida desde adentro.
Observa y pon atención a las palabras que usas en tu diálogo interno y en la vida cotidiana. En una realidad donde todo significa, la intención y precisión de tu palabra crean o destruyen.
La palabra tiene intención.
La intención tiene significado.
El significado tiene sentido.
El sentido tiene entusiasmo.
El entusiasmo tiene fuerza.
Y la fuerza transforma.
O tal vez estoy equivocado, y como me dijo el hombre a mi lado: “la palabra es neutral, no es ninguna flecha y no significa nada”.
Aún así, decido creer que ser fiel a tu palabra te transforma y te libera.
Breathwork + Magia con Sonido
Imagina esto.
Llegas con el ruido de la semana rebotando de un lado al otro adentro de tu mente.
Haab Condesa huele a tranquilidad. Luces cálidas. Silencio que invita.
Te recuestas.
Primer sonido: Fer y Álvaro (Magia con Sonido) tejen un paisaje de sonidos imposibles con instrumentos que no sabes nombrar.
Un pulso grave, una flauta que parece viento, percusiones que recuerdan el latir del corazón.
Entonces entra la guía de el Sr de los Hielos (Juan Pablo Álvarez): servicial, clara y directa.
— “Respira.”
Y el cuerpo obedece.
La respiración empieza tímida, como oleaje suave.
En minutos, el ritmo te agarra por dentro: inhalas, sueltas, te encuentras.
La mente baja el volumen, la espalda suelta la semana, el pecho se siente abierto y receptivo.
La música sostiene, acompaña y da fuerza; no empuja, no exige: va marcando el camino.
Y llega un instante en el que todo se alinea.
Notas tu latido.
Te sorprende la calma.
Y recuerdas algo sencillo y poderoso: estás vivo.
No es un show. No es un juego.
Es la evolución del Sr. de los Hielos acompañado de dos magos curanderos.
Es un Power Breathing para regresar al centro y encontrar un Momento de Tranquilidad.
Datos importantes:
Lugar: Haab Condesa — CDMX a las 17:00 horas
Fecha: Sábado 9 de agosto (mañana)
Costo: 1,500 por persona
Cupo limitado. Si al leer esto sentiste el llamado, reserva tu lugar aquí está a punto de ser sold-out.
PD: como siempre, lo dejo aquí porque lo mío es compartir.
Qué poderoso este momento!
Lo viví como una verdadera meditación. Gracias, porque comienzo mi día recargado de pasión, compromiso, responsabilidad y transformación, vistos desde una perspectiva positiva y engrandecedora.