Renunciar al Reconocimiento
El 10 de enero recibí este mensaje: “Voy a renunciar a algo de manera intencional. Les siembro la semilla.”
Lo leí, por alguna razón me molestó y pensé: “No voy a renunciar a nada. No tengo ningún hábito, conducta o comportamiento (identificado) que me impida subir de nivel”.
Lo dejé en seen.
Aún así, antes de dormir, la palabra renuncia apareció como una oportunidad para abandonar voluntariamente un beneficio actual para crear uno mayor y evolucionar.
Comprometerme a renunciar intencionalmente a algo puede convertirse en una práctica.
Renunciar es dejar la balsa atrás. Lo que me salvó la vida para cruzar el río ayer, es lo que me matará hoy si no lo suelto en la profundidad y oscuridad de la selva.
O en palabras del gran zorro, Raúl Romero:
“Lo que me trajo hasta aquí, no me llevará al siguiente nivel.”
Profundicé y me pregunté: ¿a quién o qué le agradezco, pero debo soltar para continuar mi viaje? ¿Qué hábito, reacción condicionada o necesidad no trabajada me aleja de la persona que quiero ser?
Revisé mis prácticas, analicé mi día a día y no encontré lo que buscaba.
Convivo con mi hijo. Escribo, integro y comparto. Duermo bien para tener un bebé. Mi alimentación es nutritiva. Hago ejercicio 5x semana. Me-edito. Cuido y procuro mis relaciones. Fortalezco mi atención. Contemplo, paro, enfoco y me siento más yo.
Me autoafirmé y concluí no renunciar a nada porque ya renuncié a mucho para sentirme cómo me siento hoy.
Escribí un mensaje en ese grupo: “Gracias, no. Esta vez paso.”
Y sentí un conflicto interno: no quiero, pero una persona es sus compromisos.
Mi pulgar rozaba la pantalla del celular, ¿enviar o no enviar? La tentación de un camino fácil a nano-milímetros de mi dedo. Y a punto de apretar enviar, recordé: el grupo es tan fuerte como el más débil de sus miembros.
Decidí no frenar esta hermandad inquebrantable y borré el mensaje.
No lo merecen porque juntos hemos vivido aventuras inefables para nuestra expansión interna y externa. Paty, Javier y yo crecemos, nos comprometemos y renunciamos juntos.
Uno pone la semilla y juntos trabajamos la tierra hasta verla florecer en la vida cotidiana. Es el “I” to the “We” que aprendimos en Cracks Mastermind.
Entonces, ¿en quién me puedo convertir si encuentro lo que no me atrevo y no quiero dejar ir?
A los pocos días llegué a Re-Evoluciónate 2025. El lugar correcto para afinar la renuncia; ¿desde dónde, para qué y por qué?
Tenía una idea clara y en la sesión expansiva lo confirmé: renuncio a mi necesidad de reconocimiento.
Por ejemplo, si persigo escritos de impacto viral con miles de suscriptores y comentarios validándome, nunca seré suficiente para mí mismo.
Siempre necesitaré más y más para sentirme completo. Y no hay sentimiento más desgarrador que ser insignificante para uno mismo. Esa es la muerte en vida.
Si el reconocimiento es el destino; habrá un límite en mi creatividad, en la pureza de mi intención y en la claridad de mi mensaje.
La búsqueda incansable del reconocimiento me dio la fuerza y el impulso que me trajo hasta aquí, pero ya no me sirve más. Si no lo suelto, estoy condenado a involucionar.
Elegí renunciar al reconocimiento porque es el camino para trascender mi huella de abandono.
Soy el primogénito. Primer nieto en las dos familias. Me llamo como mi abuelo y mi padre. Mi papá es un gran hombre. Gran hijo, abuelo, esposo, hermano, amigo y maestro. Un empresario exitoso y yo siempre fui el “Jr”, “condenado” a validarme a través de él y vivir bajo su sombra.
Llegué al mundo con toda la atención enfocada en mí y, como cualquier niño, no pude procesar cuando se fue. Hice todo en el deber ser para recuperarla y no lo sentí así.
Me convencí de ser incapaz de lograr algo de valor por mí mismo, por fuera de mi nombre y apellido. Llegué a pensar que mi gran acierto en esta experiencia humana había sido ser su hijo.
No tenía su porte, inteligencia y carisma. No era el gran negociador y vendedor fuera de serie.
Fui víctima de mis condiciones en lugar del héroe de mis decisiones.
En el camino me gané la admiración, la confianza y el respeto de grandes seres humanos y maestros. Impacté profundamente la vida de muchos de ellos que se transformaron en hermanos de camino, pero nunca lo vi. La necesidad no trabajada me cegó al reconocimiento que buscaba.
Esa búsqueda me llevó a varias aventuras que nunca imaginé vivir. Hasta que tuve mi noche oscura del alma: cuando sientes que has perdido todo, pero te encuentras contigo mismo y en ese momento, has encontrado todo.
Me elegí a mí mismo y apareció un camino que se sentía mío. Un Miguel Guillén sin “Jr”. Un camino propio fuera de su sombra. Un salto al abismo para atreverme a Ser. Un llamado interno.
En noviembre viví el acto de coraje más significativo de mi camino. Lo hice frente a mi hermano, mis hermanos de camino y, más importante, frente a mi padre.
Abrí las alas y tomé mi lugar para liberarme de mí mismo.
Y lo entendí hasta platicarlo en el episodio de “Momentos de Tranquilidad” con mi gran hermano Javier.
La presencia de mi padre en ese espacio fue la muestra de confianza más grande que me ha dado, y también, un reconocimiento absoluto al verlo celebrar pleno, agradecido y en paz, porque su primogénito se comprometió con su propio camino.
Renuncio a mi necesidad de reconocimiento porque el que siempre busqué, lo obtuve cuando me atreví a ser yo mismo.
La necesidad no desaparecerá de un día a otro. La iré disolviendo al dar y aceptar el reconocimiento que realmente he estado buscando: el mío.
El reconocimiento siempre será importante para mí, pero ya no como un fin. Sino como una consecuencia genuina de todo lo que venga por haberme elegido a mí mismo.
Renunciar es un hack para encontrar la paz interna. Para quitarle a mi propósito superior (crecer sirviendo, crear impactando, conectar compartiendo y amar integrando) cualquier expectativa de un resultado determinado que me aleje de la versión más auténtica de mi Ser.
Te pregunto, ¿qué valor tiene un amigo que te inspira a renunciar a lo que no te permite subir al siguiente nivel?
Esta es la señal para elegir tu renuncia y transformarte en ese amigo porque es imposible crecer más allá de lo que no quieres dejar ir.
La Libertad es Incertidumbre - Podcast: Volver al Futuro
Mi querido amigo escritor, pensador, académico y filósofo moderno, Victor Saadia, me invitó a platicar en su podcast “Volver al Futuro”.
Su podcast se enfoca en personas que han tomado caminos diferentes y que se han atrevido a cuestionar y a proponer para reinventar de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro.
Fue diferente porque aunque nos tenemos cariño, nos hemos visto una vez en persona. No sé por qué me invito entre tantos outliers con trayectorias tan interesantes que pasan por su podcast.
La conversación fluyo sin agenda, abiertos y receptivos a un destino inesperado.
Te dejo algunas frases para darte una idea de la conversación.
¿A qué vas a renunciar este año?
La herida más grande puede convertirse en al mayor superpoder.
El nacimiento del primer bebé son 4 nacimientos en uno: el bebé, la mamá, el papá y la familia.
La familia es un camino.
El mejor legado para tus hijos es mostrarles que pones atención.
Victor es autor de tres libros, Fundador y Director de la Asociación Mexicana de Medicina de Estilo de Vida, y mucho más.
Es una persona con un pensamiento interdisciplinario muy elevado. Tiene un newsletter que recomiendo genuinamente porque su escritura abierta y radicalmente transparente es un orgasmo visual que me ha inspirado mucho.
Links:
La Historia de Momentos de Tranquilidad
Si no lo viste la semana pasada, te dejo esta otra gran converasción con mi hermano
.
Hermano Halcón, ¡qué importante es la renuncia! Me haces reflexionar, como a todos los que te lean, y queda sembrada la semilla. "Es imposible crecer más allá de lo que no quieres dejar ir". ¡Fascinante! ¡Y DEJAR IR es tan liberador! ¡Es la libertad! Cuánta vida perdemos cargando a cuestas la barca que nos trajo hasta la orilla, cuando hace ya rato que caminamos en tierra firme. Mucho que pensar, mucho que soltar...
Que privilegio ser parte de esta hermandad. Me inspiran a ser mejor y a subir el nivel todos los días!!! Iron sharpens Iron!