Deja de ser tú…
Cuando cumplí 33 años, mi hermano me regaló el libro Deja de ser tú de Joe Dispenza.
Tarde más de un año en empezar a leerlo. Mi siguiente libro lo elijo interpretando las señales del Gran Mecanismo. Confío en que el libro que llega a mis manos contiene la información necesaria para lo que estoy viviendo.
La vida siempre nos da la llave que abre la puerta a la que debemos entrar.
Por eso, a punto de salir al aeropuerto para Burning Man, entré a mi estudio y, por alguna misteriosa razón, Deja de ser tú estaba en la mesa. Leí la señal y lo traje conmigo.
Aunque sabía que no tenía sentido hacerlo, varias veces me cuestioné si Burning Man tendría o no la profundidad a la que llegué en mi dietado del Amazonas.
¿Es posible que este sea un camino para el conocimiento de uno mismo?
No sabía cómo podría volar tan adentro en una semana de la más exquisita música electrónica, los mejores raves, rodeado de mujeres y personas hermosas en una máxima expresión de libertad.
Hasta que, en el avión, leí los primeros capítulos de Deja de ser tú.
En síntesis: los humanos somos diferentes expresiones de energía en un campo cuántico. Dentro de ese campo hay una fuente de creatividad inagotable que contiene todas las posibilidades para la experiencia humana.
Nuestros pensamientos crean nuestras emociones, y nuestras emociones guían nuestros pensamientos. Es un círculo virtuoso o destructivo en el que todos participamos, seamos conscientes de ello o no.
De la calidad de nuestros pensamientos y emociones se crea, en nuestra mente, un filtro que interpreta la realidad como positiva o negativa. Una realidad que no es lo que realmente sucede, sino una interpretación derivada de condicionamientos familiares, sociales y culturales.
Como el cerebro no distingue entre lo real y lo imaginario, somos nosotros, con nuestros pensamientos y emociones, quienes diseñamos la calidad y experiencia de vida como una espiral evolutiva o involutiva.
Si la fuente del campo cuántico contiene todas las posibilidades —desde lo inefable hasta lo catastrófico—, entonces son nuestra responsabilidad los mensajes que enviamos a la fuente donde se gesta nuestra limitada perspectiva de la realidad.
Los pensamientos positivos no son suficientes. Es necesario saber qué queremos y definirlo con precisión, para generar un pensamiento que, fortalecido por una emoción y un sentimiento tan puro, engañe al cerebro y le haga creer que eso ya sucedió, aunque, en la línea del tiempo, suceda en el futuro.
Con el pensamiento (mente) y las emociones (cuerpo) alineadas, el cerebro lo considera como real, y como en Avatar, se conecta con Eiwa —la fuente del campo cuántico— y descarga la posibilidad que reprograma la mente y el cuerpo para marcar el camino hacia la manifestación real y tangible de ese pensamiento en la realidad.
Nuestra responsabilidad es sostener el compromiso y caminar el camino hasta que el pensamiento suceda de la forma en la que tenga que suceder. No podemos ser un estorbo que quiere diseñar la forma en que la materialización sucede. Debemos ir más allá del primer “cómo”, desapegarnos del resultado y permitir que el campo cuántico, a través del Gran Mecanismo, haga lo que hace infinitamente mejor que la mente humana.
Entonces, en el desierto, rápidamente comprendí que la frecuencia y vibración colectiva en Burning Man crean un canal de acceso directo a la fuente. El escenario ideal estaba puesto para transformar la información del libro en conocimiento adquirido a través de la experiencia propia.
Todos los días, en mi shiftpod (carpa), visualicé y medité antes de dormir o de aventurarme al desierto, con mi energía, pensamientos (mente) y emociones (cuerpo) enfocados en vivir diferentes e incomunicables experiencias que abrieran mi mente, espíritu y cuerpo a un nivel en el que comprendiera que, cuando alineamos la mente y el corazón, todo es posible.
En Burning Man se dice que “ the playa provides”, porque en ese desierto, con una frecuencia y vibración colectiva tan elevada, se accede al campo cuántico en el que todo sucede de ti para ti.
Y por eso, me atreví a pedir experiencias que llevaran mi autoconocimiento al siguiente nivel.
Conectarme con Yogananda en pleno rave para reconciliarme conmigo mismo y crecer en el placer era solo el principio. La fuente tenía más momentos que me harían tocar el perímetro de mi conciencia desde distintos ángulos, para ahora sí, comprender en cada célula que todo es posible.
El inicio de uno de ellos fue encontrarme con mis hermanos bailadores en el amanecer con Damian Lazarus, para después dirigirnos a Southern Tavern creyendo que íbamos por unos pancakes, cuando realmente fuimos a encontrarnos con mi amor platónico: Emma Watson.
Al verla, me quedé paralizado.
¿Cuál es la probabilidad de encontrarnos en Burning Man, en esta semana, en este día, en este lugar, en esta fila y a esta hora?
¿Qué puedo aprender de ella con una experiencia de vida radicalmente distinta a la mía? ¿Qué le digo? ¿Qué hago? Varios escenarios pasaron por mi mente durante varios minutos, pero no me atreví a hablarle y me fui.
En la vida, todo significa. Y para mí, su presencia en Burning Man fue un mensaje sobre las experiencias que viven personas que inspiran al mundo desde su lugar, como Larry Page, Sergey Brin, Elon Musk, Will Smith y muchos más.
Me encontré con una mujer que siempre me llamó por su singular belleza, pero la respeto por lo que ha hecho con su fama, considerando el precio que tuvo que pagar por ser Hermione Granger a sus 9 años.
No hay una vida fácil, cada una tiene sus pruebas, distintas en forma pero iguales en fondo.
Rodamos por el desierto, y pensé en el significado de ese encuentro hasta vivir otra experiencia que daría continuidad a la reconciliación interna.
Tenía desde 2019 sin tocar (DJing) formalmente, y para fortalecer el poder de mi intención, ofrecí como regalo a mi camp un Morning DJ Set el viernes para entrar unidos, abiertos y libres al fin de semana.
El set fue intencionalmente curado para crear un journey que reflejara mi evolución como persona. Cada canción tendría un mensaje para aquel que estuviera en una comunión total con la música.
Me entregué al arte que es crear un viaje musical. Amé el camino, el destino y la compañía. Volví a soñar. Lloré y me visualicé tocando en PlayAlchemist y Mayan Warrior. Me volví a enamorar de lo que prende en fuego mi alma.
Di mi regalo y me di a mi regalo.
Fue tan ceremonial y raver que las dos horas se convirtieron en cuatro, hasta que nos quedamos sin electricidad y terminó cuando tuvo que terminar.
Me sintonicé con el campo cuántico y viví otro Momento de Tranquilidad.
Terminé y me fui a la cocina con la manada cósmica a preparar la comida para 80 personas.
Todo fluyó en armonía, con risas, abrazos y baile en la cocina, hasta que el arroz para 80 personas no quedaba. Mi hermano,
, y yo tuvimos un fuerte encuentro que nos llevó a oscuros lugares que nuestra hermandad recién consagrada todavía no conocía.Pedí diferentes experiencias al campo cuántico para profundizar en el conocimiento de mí mismo, y recibí una que me puso a trabajar con la profundidad necesaria para dejar de ser yo, y finalmente cuestionarme si hacia adelante: ¿quiero ganar y tener la razón… o quiero tener libertad?
Continuará…
Halcón Sumanah Burning Man 2025
Decidimos grabar el set que ofrecí al camp el viernes para no solo compartir reflexiones por aquí, sino compartir la música que amo.
Nuestro camp, Sumanah, se destruyó el sábado anterior durante la tormenta, y nuestra offering area estuvo lista hasta ese día.
Empezamos siendo diez personas del camp, y poco a poco se fueron sumando personas que resonaron con la música y llegaron para quedarse. Algunos lloraron, otros vivieron procesos ceremoniales, otros amaron la vida… y yo me entregué a la misión.
La consola del DJ funcionaba apenas a un 15-20% de su capacidad, por las secuelas de la tormenta. Los botones básicos como play y cue no servían; las canciones iniciaban en automático; el grid para adelantar o retrasar un beat no funcionaba; y ninguno de los efectos respondía.
Lo interpreté como una prueba: o elevaba el compromiso… o me hacía a un lado.
PD: La grabación tiene algunos errores de audio… y algunos errores míos, provocados por los defectos de la consola que no pude dominar al 100%. De todos modos, era rendirse a lo que hay y confiar en lo que nace.