“Te conviertes en lo que haces...”
Lo grande se construye desde lo pequeño
“Te conviertes en lo que haces...”
Hace unos años conocí a un maestro que encarna la fuerza de la transformación. Uno de sus pensamientos me acompaña desde que me lo compartió por primera vez.
Dice así:
“Eres del tamaño de tus sueños, pero te conviertes en lo que haces.”
La semana pasada caminamos por el Bosque de Chapultepec. Como en épocas de los filósofos griegos como Aristóteles, caminar se ha vuelto una práctica fundamental de nuestra hermandad.
Caminamos. Conectamos. Compartimos.
Y al hacerlo, liberamos la carga mental, profundizamos nuestra relación y abrimos paso a un flujo creativo de ideas, reflexiones y pensamientos que no teníamos antes.
Sin interrupciones, sin distracciones y sin tecnología, llegamos al pensamiento crítico y la reflexión profunda.
Me fascina escuchar sus historias y descubrir cómo, una y otra vez, la vida pone tentaciones en su camino, pero su corazón lo mantiene centrado en lo que para él es realmente importante.
Sus experiencias parecen de ligas inalcanzables y se sienten de otra realidad. Su vida está llena de sincronicidades orquestadas milimétricamente por el Gran Mecanismo. Y finalmente, casi cuatro años después, empiezo a entender por qué.
Su propósito siempre está por encima del dinero, la fama, el poder, el sexo y las sensaciones.
Escucharlo compartirlas con tanta claridad y entusiasmo abre y expande mi mente.
Es un ejemplo de la vida que puedes diseñar cuando te atreves a soñar en grande y desafías el deber ser, tus creencias limitantes, y aprendes a ver posibilidades en lugar de amenazas. Sin nunca perder de vista que, no importa el tamaño de tus sueños, te convertirás en lo que hagas.
Él es del tamaño de sus sueños, y también es todas las pequeñas y grandes acciones que ha tomado en el camino.
Es un mago que no se pierde, sino que danza entre los placeres del dinero y los placeres del espíritu. En su mente estratégica siempre va un paso adelante, conectando puntos a velocidades inalcanzables. Sabe cómo conectar la empresa y el espíritu para crear plataformas de evolución y transformación para las personas.
Podría escribir más sobre lo que he aprendido de él, pero hoy no es el día.
En esa caminata recordé que, para ser del tamaño de mis sueños, debo poner atención a lo que hago.
En sus historias no hay un punto de quiebre, un atajo o un momento de intervención divina que lo catapultó a su cima. Su aparente overnight success es una historia de casi 30 años con un inquebrantable compromiso e imparable consistencia en las pequeñas decisiones y acciones.
Fue desde lo pequeño y aparentemente insignificante que se comprometió con su propósito. Es en lo pequeño donde ha encontrado su paz interna y el camino a ser un mejor ser humano.
Lo grande se construye desde lo pequeño.
Y en esa misma lógica, pensé en algo inmediato y fácil de ejemplificar. Algo que, salvo una enfermedad, está totalmente en nuestro control: nuestro cuerpo.
El cuidado del cuerpo empieza en lo pequeño.
Tomar 2 - 3L de agua al día para tener un cerebro hidratado.
Cuidar o eliminar el azúcar para tener mayor claridad y energía.
Hacer ejercicio 5x por semana como requerimiento biológico.
Y aún así, no lo hacemos.
La mayoría de las personas vive en una negación constante y en un conflicto interno con su propio cuerpo. Y a través de este quiere controlar lo incontrolable: su pareja, sus hijos, sus empresas, etc.
Pero no puede controlar aquello sobre lo que tiene todo el control: su cuerpo.
Podemos soñar con un cuerpo atlético, fuerte y saludable, pero el sueño, la visualización y el vision board no son suficientes.
Hay dos caminos:
Convertirnos en el reflejo de las cocas, los gansitos y las sabritas que comemos.
Convertirnos en el reflejo del agua que bebemos, las pesas que levantamos y la comida real que elegimos.
Simbólicamente, el camino al sueño está en elegir agua en lugar de Coca. Elegir ejercicio en lugar de cama. Elegir comida real en lugar de comida procesada.
Si nos comprometemos a ser incondicionalmente responsables en la única área donde tenemos control absoluto —nuestro cuerpo, mente y espíritu—, entonces podremos navegar lo incontrolable desde lo que sí podemos controlar.
Lo grande se construye desde lo pequeño.
Si no puedo hacerme responsable de mi propio cuerpo, ¿cómo tendré la confianza de navegar la incertidumbre en la búsqueda de un sueño?
Lo grande se construye desde lo pequeño.
No tenemos que lograr algo inalcanzable para darnos cuenta de quién somos, porque en lo pequeño se refleja mi autoestima, mi atención y mi confianza.
Lo grande se construye desde lo pequeño.
Si queremos entender por qué nuestra vida es como es, basta con poner atención a lo que hacemos.
Hay que estar a la altura en los hechos y no solo en manifestar los deseos. Llevemos nuestro Ser al nivel de nuestras aspiraciones.
Al terminar la caminata le pedí un consejo a ese gran maestro y me recordó:
“Eres del tamaño de tus sueños, pero te conviertes en lo que haces.”
— Miguel
Something to think about…
“La mente, como un paracaídas, funciona mejor cuando está abierta”.
— Paramahansa Yogananda


