⏳ 5 minutos de tranquilidad
🏰 Somos niños pateando castillos de arena
Eran las 5:30 AM del 2 de febrero en algún lugar de la selva maya. Se sentía el frío viento de la mañana y escuchábamos el canto de las aves.
Unas horas antes, nació el Halcón en el camino de la mente al corazón en el que convoqué a mis hermanos a sentarse con ellos mismos para observar, reconocer y abandonar su personaje en la gran batalla para evolucionar.
Acostado en la maloca y aterrizando junto a mi gran hermano, el Búho (Juan Carlos Torres), navegábamos en las profundidades de la mente, recordando y descargando mensajes e información para la vida, y reflexionábamos sobre lo vivido en la última semana.
En la expansión del momento y disfrutando del aterrizaje, le dije al Búho: “Desde que llegamos, en las noches están destruyendo la selva y he conectado con ese dolor. Esa maquinaria que nos taladra el oído se esta acabando los pulmones de esta tierra. Son los criminales de la naturaleza, pero hay que perdonarlos porque en su nivel de conciencia no saben lo que hacen”. Y me contestó: “Querido hermano Halcón, en este universo todos somos niños pateando castillos de arena…”.
Todos somos niños pateando castillos de arena.
Es difícil comprenderlo cuando la situación no empata con nuestros valores y forma de ver el mundo, o cuando no tiene razón de ser en nuestro escenario interno de conciencia, pero mi querido amigo, el Dr. Alfonso Ruíz Soto, nos ayuda a comprenderlo:
Toda persona tiene las más profundas razones para ser como es y hacer lo que hace.
Si comprendemos la profundidad de ambos pensamientos, lograremos ver sin filtros al ser humano detrás de cada personaje en esta gran obra. Comprenderlo es llegar a la mirada humana y compasiva, a la verdadera integración de perspectivas.
Emití un juicio contra el hombre que opera la máquina y destruye la selva, pero no sé por qué lo hace. ¿Es la única forma que encontró de mantener a su familia? ¿Está amenazado por el narco? O también le puede valer madres y querer dinero fácil.
Hay una red de vivencias, pensamientos y experiencias en la vida de una persona que es en extremo compleja como para que la mente de otro ser humano la pueda comprender y emitir un juicio correcto. Y eso nos enseña que: 1) desde nuestra biografía interna todos tenemos la razón, y 2) nuestra experiencia de vida representa solo el 0.00001% de cómo funciona el mundo.
Llegamos a esta gran obra siendo los niños del universo y todos, sin excepción, empezamos pateando castillos de arena. Nadie nace con ventaja, es el punto de arranque, ahí es el inicio de nuestra educación y evolución humana.
En algunas áreas nos hemos trabajado más y eso nos permite ser y hacer intencionalmente, pero en muchas otras áreas seguimos siendo inocentes niños pateando los castillos de nuestros amiguitos en el kinder sin importarnos el tiempo que les haya llevado construirlos.
Hacemos travesuras de las que no medimos el impacto, pensamos solamente en la sensación de gozo de patear y ver la arena volar a todas partes, y no aprendemos que el castillo hecho por el otro esta para observarse y respetarse.
Afuera de la maloca había una interminable fila de hormigas que trabajan 24/7, cada una cumpliendo su función dentro del ejército. Nosotros observábamos la disciplina, la fuerza y valentía con la que se conducen en grupo. Todas juntas conforman un gran mecanismo que mantiene a la colonia viva y cada una es un pequeño engranaje que mantiene en movimiento al gran engranaje.
Por las noches, nuestras lámparas iluminaban el camino no solo para cuidarnos de las serpientes, arañas y demás animales, sino para estar seguros de que no pisaríamos el ejército de hormigas. Y fue en ese momento que lo comprendimos en experiencia propia
¿Por qué es que ya no matamos más hormigas? Ya no matamos más hormigas porque ya matamos suficientes.
Todos vamos a patear castillos de arena, sea lo que sea que eso signifique para ti, pero dejaremos de hacerlo cuando haya sido suficiente, porque en la conciencia de un niño un castillo de arena es un divertido objetivo a destruir.
Si comprendo que desde la persona que se metió en la fila para dar vuelta hasta los que me persiguieron con armas largas en la carretera son niños pateando castillos de arena, entonces, los pongo en perspectiva y suelto esa carga en el presente para no cargarla del pasado al futuro. Y así, no vivo atrapado en el pasado.
Me doy permiso de seguir con mi vida y descanso en el Gran Mecanismo, sabiendo que en el futuro podré regresar a una experiencia como esa, conectar los puntos y entender que tenía que pasar para estar donde estoy ahora.
Sean criminales, narcos, políticos corruptos o un padre, un hermano, una pareja que me hizo mucho daño, no son más que niños pequeños en el kinder que, en su escala evolutiva de conciencia, están en un nivel muy bajo y egocéntrico, pero recuerdo que en los niños pequeños que van al kinder no hay maldad.
Hay otros que ya están en secundaria, universidad o hasta en un posgrado, pero al subir de nivel se dieron cuenta de que juzgar a los niños del kinder no tiene sentido porque ellos no han entendido todavía lo que los más evolucionados y avanzados en el camino han logrado al bajar a la arena y evolucionar para regresar a su ser con su esfuerzo, sudor y sangre.
Para los inocentes niños del kinder todo es un juego en el que no hay conciencia y hay mucha ignorancia, por eso ahora los vemos con mucha compasión.
Y si nos preguntamos, ¿por qué ahora ya no matamos ni una hormiga? No es por un despertar interno o porque nos hayamos iluminado, es porque seguramente antes ya matamos lo suficiente y ahora hemos aprendido.
🪶🧙🏼♂️
Gracias por leer que comparto, y más por hacerlo abierto y receptivo para recibir una semilla. Cada escrito tiene horas de reflexión y contemplación. Rífate y compártelo con alguien que ande pateando castillos de arena.
🎧 El camino hacia la sanación con Don José y Pepe Ramos…
He aprendido que cuando tú te liberas y empiezas a crear desde tu semilla, a mi me conviene. Florece y permite que las personas que están cerca de ti florezcan porque nos conviene a todos.
- Pepe Ramos
Esta es la única entrevista en la que juntos, Don José y Pepe Ramos, comparten su palabra sabia y poderosa, así como los aprendizajes obtenidos de la experiencia de seguir un llamado que los llevó a descubrir su vocación, impactando directamente a miles de personas e indirectamente a millones.
Escucharás también la experiencia de Don José de pasar un año en la cárcel y cómo resignificó esa experiencia en una de las más transformadoras de su vida.
Don José y Pepe han sido dos de las personas más importantes en mi evolución y en la de muchas de las personas que más quiero, admiro y respeto.
Escucha con curiosidad y mente abierta.
Así es, concuerdo, todos hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos y contexto que vivimos. Gracias Miguel por la oportunidad que nos das de compartir tus reflexiones.
Mucha sabiduría en un texto tan corto!
Sigo tratando de asimilar, digerir y aplicar todo lo que ahí se menciona.
Gracias por compartir 🤍