📚 5 minutos de tranquilidad
🛣 La Carretera Empresarial
Hace una semana iba en carretera con mis dos muy queridos amigos, Artur y Aquaman (Ro). Las conversaciones de carretera suelen ser muy interesantes; en este caso, fueron temas profundos como la esencia, la fuerza de un propósito en la vida personal y empresarial, el desarrollo de la conciencia y el poder que te da una mente abierta.
La reflexión que más me gustó y más he compartido es la de la carretera empresarial que nos compartió Artur, porque nos permite ver qué tan serio es el compromiso de sus líderes con ella, y el compromiso de un colaborador con la empresa y consigo mismo.
¿Qué es la carretera empresarial?
Es la responsabilidad de la empresa y de sus líderes de hacer una carretera de primer mundo para sus colaboradores. Perfectamente pavimentada, con señalizaciones visibles, claras y fáciles de entender. Con los carriles bien definidos, iluminación adecuada, mantenimiento y limpieza continua, carriles de emergencia, zonas de descanso, tecnología para monitorear el tráfico, carriles de alta velocidad, controles de acceso, facilidades para peatones y bicicletas, servicios de asistencia y comida, gasolineras, etc.
La creación de la carretera es una decisión estratégica, y para que la empresa la construya debe operar muy pegada a su propósito y confiar ciegamente en sus valores mientras los viven cada día. Esta decisión debe ser por consenso de los socios y líderes: si todos queremos, todos nos comprometemos y trabajamos para que eso pase de la mejor manera posible, y evitamos las piedras del camino.
La carretera empresarial empieza con el nivel de conciencia que tienen los accionistas, socios, miembros del consejo y/o líderes. No podemos construir algo que en nuestra mente no existe como una posibilidad. Por eso, la empresa es un reflejo del nivel de conciencia y de la mentalidad de sus líderes.
Observa con atención a tus clientes y proveedores; podrás ver que todas las empresas (sin importar su facturación e industria) tienen un rasgo de la personalidad de sus líderes. Lo ves en los precios que te regatean, en cuánto tardan en pagarte, en la interacción y relacionamiento de sus equipos con los tuyos, en cómo te comparten cierta información, en su compromiso con las fechas pactadas, etc.
Un líder comprometido con la empresa y con una mente abierta está abierto al cambio y a desafiar lo tradicional y normal con los riesgos que representa, a escuchar y aceptar la posibilidad de que el otro tenga razón, y lo más importante es su capacidad de entrega para navegar en los mares de la evolución. Como dice el Dr. Alfonso Ruiz Soto, “una persona es sus compromisos y si no te conoces a ti mismo, entonces, no te puedes comprometer”. Un líder sin compromiso, sin propósito y que no sabe quién es, es un capitán que navega un barco sin timón.
Una persona sin compromisos está perdida en un laberinto de muros invisibles dentro de su propio ser.
Una empresa no puede crecer más allá de lo que crece la consciencia de sus líderes, y el trabajo de nuestra consciencia es nuestra obra personal hasta el día que morimos. Tú por ti, de ti para ti. No hay recompensa ni dinero inmediato, no hay 'likes', no hay volvernos influencers; no hay nada más allá que la disciplina de respetar un compromiso con nosotros mismos.
Las empresas están hechas por personas y los colaboradores van a sudar y dejar todo en la cancha para cumplir con el propósito de la empresa. Por lo tanto, construir esa carretera es una prioridad.
El mismo compromiso existe de los colaboradores a la empresa, porque de nada sirve construir esa carretera hacia una mayor consciencia si los colaboradores no están dispuestos a caminar, correr, manejar o volar sobre ella.
En la carretera, cada colaborador tiene la libertad de decidir a qué velocidad quiere ir:
¿Quieres ir a 30 km/h? Adelante. Vas a estar muy cómodo en tu zona de seguridad y confort, oponiéndote al cambio y haciendo lo mínimo indispensable. Pero lo único seguro es que te van a rebasar, vas a perder muchas oportunidades para transformarte en tu mejor versión y será cuestión de tiempo para que se te ponche una llanta o te falle el motor y tengas que salir de la carretera.
¿Quieres ir a 180 km/h? Adelante. Vas a sudar, vas a jugar en la arena de los grandes, vas a querer renunciar muchas veces, pero vas a vencer muchos miedos, tomarás muchas oportunidades, vas a medir el tamaño de tu compromiso y lo que significa tu palabra para ti mismo, y te vas a transformar porque vas a descubrir quién eres.
¿Vas a volar sobre la carretera? Date sin límite de velocidad. Ya sabes quién eres, ya sabes que naciste para algo más grande que tú mismo y no vas a parar hasta descubrirlo, ya conoces el tamaño de tu compromiso y sabes que tu tiempo en esta empresa es tu entrenamiento para lo que venga.
Si la empresa no está construyendo la carretera, bajo ninguna circunstancia nos quejamos, porque la queja contamina la mente y nos volvemos víctimas, y nadie quiere estar cerca de una víctima que todos los días se queja. En lugar de quejarnos, nos convertimos en el cambio que queremos ver. Quejarse tiene poco que ver con cuánto dinero tenemos o ganamos, y mucho que ver con cómo pensamos.
Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y terminarás haciendo lo imposible.
- San Francisco de Asís
Hay tres tipos de jugadores, según Brent Beshore:
C Players: "Esto está roto. Alguien debería arreglarlo".
B Players: "Esto está roto. ¿Quieres que empiece a trabajar para arreglarlo?"
A Players: "Esto está roto. Lo he arreglado, he nombrado a alguien para que se responsabilice de ello y he creado un proceso para que otros puedan arreglarlo más fácilmente en el futuro".
¿Qué jugador quieres ser y qué estas dispuesto a hacer para llegar a serlo?
Al final, para el empresario o el colaborador, la carretera es un reflejo de su nivel de consciencia. Si no has construido la carretera para que tus colaboradores empiecen a brillar, ¿qué esperas? Si estás yendo a 10 km/hr y no estás aprovechando el camino y las oportunidades que tienes frente a ti, ¿qué esperas?
La vida es como un viaje en carretera lleno de curvas, retornos, cruces, desvíos, subidas y bajadas que simbolizan los momentos de crisis y oportunidades para crecer y potenciar nuestro desarrollo personal. Los señalamientos y acompañantes nos ofrecen guía y sabiduría para mejorar la experiencia de nuestro viaje. Y en este viaje, somos los únicos responsables de que nuestro vehículo (cuerpo, mente y espíritu) nos pueda llevar al destino final: nuestra realización personal.
¿Y tú, vas a pie o vas volando?
¡Gracias Artur y Ro por la inspiración!
🎧 Tony Robbins & Michael Singer - Removing blocks and finding joy
El libro que más he regalado es “The Untethered Soul” de Michel Singer. Este episodio con Tony Robbins es una maestría en el arte de aceptar y eliminar los bloqueos que nos causan nuestras preferencias personales cuando no coinciden con la realidad.
Para llegar a la plenitud, la clave está en no poner resistencia a la realidad. Tú eres la consciencia que es consciente de que tus preferencias personales son la suma de tus experiencias vividas y aprendidas. Por lo tanto, decidimos lo que queremos por las impresiones que nuestras preferencias dejaron en nuestra mente conforme fuimos creciendo.
¿Cuándo nos preguntamos cómo es que definimos aquello que supuestamente queremos? Al decidir tener preferencias, limitamos todo aquello que nos puede hacer felices a lo que creemos que ya conocemos, dejando fuera un millón de posibilidades. Uno de los objetivos de la espiritualidad es estar abiertos para ser el observador desapegado que vigila el sistema de preferencias que limita nuestra capacidad de estar plenos.
Difícil recorrer en ocasiones esta carretera llena de baches y sin señalizaciones...Estoy en búsqueda de la autopista.