🚀 Desapegarte del resultado
La primera vez que escuché la idea de desapegarte del resultado, la sentí como una expresión para justificar no llegar a la meta y tener un resultado mediocre.
Con otra perspectiva lo entendí como un camino sin expectativas o un sendero de posibilidades y resultados inesperados que, si estás abierto a verlo, te llevan a un mejor destino.
Escribir y compartir cada viernes es una práctica de desapego continua. Si escribo pensando si valdrá la pena, si llegará a miles de personas y se compartirá por el mundo, lo condiciono a una expectativa y resultado específico del que no tengo control alguno.
Lo único en mi control que merece toda mi energía es lo que traigo de mí a cada escrito, la calidad y presencia en la práctica, y la disciplina practicada con placer. Lo que sucede con lo escrito y a dónde me pueda llevar es un misterio por vivir, no un resultado a predecir.
Desapegarte del resultado no es tirar la hueva en el sillón y esperar a que las cosas te sucedan por intervención divina. Nadie llegará a salvarte o hacer lo que tú tienes que hacer por ti. Las oportunidades están, pero no para venir a buscarte.
No se trata de pedirle a Dios y al Universo que te ayuden a pasar el examen o cerrar un nuevo cliente. El examen lo pasas estudiando y el cliente lo cierras escuchándolo para ayudarle a descubrir lo que realmente quiere y hacerle ver que tú se lo puedes dar mejor que los demás.
Desapegarte del resultado es estar abierto a un resultado diferente al deseado, pero sin sacrificar el entusiasmo, la disciplina y el esfuerzo inyectados en el proceso. Entre más desapegado lo haces, mayor es tu compromiso a dar lo mejor de ti en ese momento.
Te cuento una historia real que me pasó hace unas semanas. Perdí una cuenta de varias decenas de millones de pesos que, ya ganada, se canceló de forma imprevista.
Hace tres semanas comía con Paty (mi gran hermana) y platicábamos sobre mi compromiso de vivir mis 33 años como un nuevo Surrender Experiment.
Voy a hacer a un lado mis preferencias personales (deseos y miedos) y rendirme ante lo que la vida me pone en frente, pero haciéndolo con todas mis herramientas, y con todo el sentido y entusiasmo porque confío en que el juego de la vida será mucho más interesante, místico y divertido que la limitada versión que mi mente pueda imaginar.
En un momento de la comida me preguntó por cómo iba esta importante negociación y le dije “hoy me definen qué opción van a tomar y si pasa algo inesperado, será el inicio del Surrender Experiment”.
Paty fue al baño y en ese momento me marcó el Presidente Ejecutivo de la empresa para decirme: “decidimos que la póliza termine el semestre que le queda, pero ya no cambiaremos de bróker”.
En 5 minutos platicamos las razones de la decisión y había controversias que aclaramos dos días después, pero era una decisión tomada.
Ahí se fueron 7-8 meses de intenso trabajo y negociaciones especiales, cientos de horas de dedicación y esfuerzo desmedido que nos llevó a romper varios límites que teníamos como empresa. Mi preocupación inmediata fue, ¿cómo voy a mantener en mi equipo la voluntad inquebrantable y el ánimo invencible?
Al colgar me sentí muy tranquilo, me sentí incómodo de tanta tranquilidad. Definitivamente no me vale perder una cuenta de ese tamaño y menos con este cliente por todo lo que hay detrás, pero en ese momento comprendí que así se siente desapegarte del resultado.
Me inundó un momento de paz que me llevó a una gran satisfacción de la calidad del trabajo realizado. El esfuerzo y compromiso del equipo y mio se transformó en el orgullo más grande.
Hicimos el trabajo a tal nivel de profundidad y en sintonía con la situación que vive el cliente hoy en día que, sin darnos cuenta, les hicimos ver que el cambio de bróker representaría un drama adicional que no quieren transitar en este momento.
Empecé a reflexionar en esa mesa; lo único que podemos controlar es la actitud ante el problema.
Resolver los problemas de la vida real incrementa nuestra creatividad e inteligencia porque los problemas están para solucionarse creativamente, no para sufrirse.
En la incomodidad del proceso y de la práctica - en el chop wood carry water, el wax in wax off -, en donde te exiges rebasar el límite anterior y en el momento que pruebas un camino diferente, es en donde está el crecimiento que transforma el límite del viejo techo en el nuevo piso.
En el compromiso y el esfuerzo consistente y sostenido en el tiempo te vas a encontrar la mejor versión de ti mismo, de tu equipo y de tu empresa.
El propósito fue irnos profundo y hacer un trabajo que les diera información valiosísima para elevar la calidad de sus decisiones y alinearlas a las necesidades empresa, y aprendimos muchísimo en el proceso.
Y lo más importante, ese aprendizaje no se queda para ese cliente, se vuelve parte integral de nuestra dinámica de equipo y del servicio a los demás clientes. Todos se ven beneficiados por un supuesto fracaso con otro cliente.
Me desapegué del resultado porque confío en que hicimos un trabajo valiosísimo para el cliente, que aunque no se cerró, ya tenemos una junta programada para seguir descubriendo la mejor forma de trabajar juntos.
Cuando honras tu palabra, sigues tus valores y creas relaciones de largo plazo ganas mucho, pero no siempre en dinero, y muchas veces estos aprendizajes y lecciones son trascendentales en el largo plazo porque valen más que lo que el dinero puede comprar.
Hoy con certeza total sé que todo el know how de esta experiencia es un entrenamiento que nos prepara para algo mucho más grande y retador que lo anterior. Las dos empresas sembramos semillas que pronto se van a cosechar.
Es mega interesante el hecho de que nunca sabemos cuándo el conocimiento adquirido va a jugar un rol crucial que pueda cambiar nuestra vida en el futuro.
Por ejemplo: El Búho (Juan Carlos Torres), siendo abogado, estudió una maestría en relaciones internacionales y fue hasta 10 años después que tuvo la oportunidad de integrar ese conocimiento siendo el escritor de los discursos presidenciales de dos Presidentes de Colombia (Andrés Pastrana y Juan Manuel Santos).
Por eso debemos dejar de volar en las falsas alas de la prisa, con el tiempo los puntos se conectan y podremos entender por qué el resultado previo tenía que darse de la manera en que se dio y cómo nos preparó para el momento que, entre sus regalos, trae a la luz la conexión de los puntos hacia atrás.
Si seguimos haciendo nuestro trabajo trayendo siempre lo mejor de nosotros mismos a cada cuenta y proyecto, es solo cuestión de tiempo para que los puntos se conecten de una forma que jamás imaginamos llevándonos a un lugar que nunca soñamos, y si tenemos suerte, acercándonos al sueño no soñado.
Como me dijo mi gran hermano, el Búho: este supuesto fracaso es un escalón necesario para el siguiente paso.
La vida es aprendizaje y ensayo, aprendizaje y ensayo, aprendizaje y ensayo.
Al llegar a mi casa seguía reflexionando sobre el impacto que tendría en el equipo esta noticia y cuál sería la mejor forma de platicárselos. Fui a saludar a mi bebé, lo cargué, lo llené de besos, le sonreí y nos regaló la primera risa y carcajada de su vida…
Por fuera sonriendo y riendo, y por dentro siempre seguimos de pie.
El hombre de conocimiento sabe que nada importa, pero obra como si importara.
- Don Juan Matus
🌱 Sharing is caring
Lo que compartes lo multiplicas, lo que te guardas se muere contigo.
Gracias por leer abierto y receptivo.
💭 Something to think about…
Truth is not something outside to be discovered, it is something inside to be realized.
- Osho
Gran texto y gran enseñanza que al final nuestro estado interior es una elección, y no el resultado de nuestras experiencias externas.
"Con el tiempo los puntos se conectan y podremos entender por qué el resultado previo tenía que darse de la manera en que se dio". Es el aprendizaje de una vida, querido hermano Halcón. Y que tú lo asimiles y compartas a los 33 es una ganancia temprana que transmites a todos. Desapego al resultado, pero firmeza en la intención. Esa es la magia del actuar desde la libertad y la confianza. ¡Gracias por escuchar y resonar!