🪶 Permitir
Cada vez disfruto más los pensamientos, ideas y conversaciones que tengo al caminar para compartir e integrar.
Hablar andando fue parte crucial de la práctica de los filósofos griegos como Aristóteles. Él y sus pares compartían su conocimiento y sabiduría caminando, porque es una forma relajada de enseñar y aprender, ya que el movimiento estimula la mente y el cuerpo, dándonos acceso al pensamiento crítico que abre la puerta de la reflexión.
Las conversaciones toman una dirección desconocida tanto para el que escucha como para el que habla. La energía es diferente, porque se abren canales para compartir desde la vulnerabilidad. En los primeros pasos se cae la armadura, al poco tiempo se cae la máscara, y después se cae el disfraz completo para encontrarnos con el ser humano detrás del personaje.
Escuchas y aprendes. Compartes y creces.
Escuchas con atención plena, sin interrumpir ni terminar las oraciones del otro para parecer muy inteligente. Caminas abierto y receptivo, dejando que las palabras del otro dibujen en tu mente su historia. Desde ese lugar, lo comprendes, vives su relato y conectas profundamente en el juego de los espejos. No importa si ya viviste algo similar, solo importa tu capacidad de enfocar tu atención en el otro.
Mientras te compartes y hablas abiertamente, sientes cómo se cae el peso de la armadura, la máscara y el disfraz. La inspiración te llega como una transmisión directa desde la Fuente, abriendo tu mente a nuevos pensamientos que, al caminar, se transforman en nuevos entendimientos. Al caminar y hablar, te terapeas a ti mismo, mientras el otro ya se ha vuelto parte de tu historia.
El martes fui a caminar con una gran y adorada hermana, Ana Carina. Me compartió su experiencia en el dietado amazónico, donde uno regresa a la Fuente y es abrazado en unidad por la naturaleza y el canto de la madre selva.
Me compartió un mensaje con claridad y confianza absoluta.
Enfócate en sentirte en un lugar tan pleno y con tanta certeza que lo que va a llegar, llegará sin importar el cómo. There is nothing to unblock, but to allow.
Lo relacioné inmediatamente al desarrollo personal y camino de conciencia que es el camino del guerrero. Conquisto esta batalla interna y gano un territorio que me da una nueva habilidad, y exploro el mapa sin parar para descubrir qué otra habilidad tengo que desbloquear.
El compromiso personal se convierte en una aventura de sobreexigencia liderada por el juez interno, el más duro de todos. No nos deja ver nuestra trayectoria; solo nos permite ver cuántos territorios internos nos faltan por conquistar y se vuelve un deseo insatisfecho por siempre querer más.
No podemos parar y descansar para ver cuánto hemos avanzado. No sabemos detenernos a observar el camino transitado y a experimentar con las nuevas habilidades desbloqueadas que nuestro personaje tiene muchos veranos después de haber iniciado la aventura.
Como en Zelda o cualquier videojuego, inicias sin armadura y con una resortera de madera, y vas conquistando enemigos internos que te dan una nueva armadura, una espada y escudo, un arco con flechas de fuego y un caballo para explorar territorios más lejanos de los que podrías imaginar y caminar.
Conforme tu personaje crece y se transforma, el enemigo es más grande y fuerte, y se esconde en un lugar más oscuro y profundo. Tus nuevas armas y herramientas son la clave para triunfar en esa gran batalla que conquista un nuevo territorio interno.
En Zelda hay un gran enemigo al final; ganas la batalla y se termina la aventura. En la vida real no hay un enemigo final porque el camino es infinito, entonces, ¿cuándo es suficiente?
¿En qué momento reconocemos que ya hemos integrado con confianza progresiva la espada, el escudo y el arco que deseábamos, y dejamos de desbloquear para, con certeza, rendirnos, permitir que suceda y dejar que llegue a su manera?
Ahora es momento de habitar el territorio de la posibilidad, que se nutre con certeza, donde no hay lugar para la duda que busca nuevas habilidades, sino un campo fértil para recibir las oportunidades que ponen a prueba el poder unificado de la espada, el escudo y el arco.
Confiar en el Gran Mecanismo, permitir que suceda y dejar que llegue como tenga que llegar. Ese es el nuevo territorio.
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Caminar y hablar como journaling ay pair 🩵